jueves, 15 de noviembre de 2007

MALPICA Y JUAN EL BOTERO


El pueblo de Malpica, PUERTO "FETICHE" DE LA HERMANDAD ARGONAUTA, y destino o recalada habitual en las singladuras del Argos, está situado al Noroeste de la provincia de A Coruña, en la comarca de Bergantiños, en la mítica y famosa Costa da Morte.


A orillas del Océano Atlántico, al este de Punta Nariga y al oeste de la Punta de Razo, extremo occidental del arenal de Baldaio, se halla Malpica y frente a ella, las islas Sisargas: Islas Grande, Chica y Malante; de salvaje y agreste belleza.


En ellas, junto a su precioso faro envuelve la leyenda a las ruinas de la ermita de Santa Mariña, que se cree destruida por las invasiones normandas o por el pirata inglés Drake, y donde todavía pervive la leyenda del Tesoro del Magnánimo: Segun ésta el pirata habría escondido en las Sisargas sus riquezas, que reposan en ellas desde entonces a salvo de la avaricia humana.



Los habitantes de Malpica se dedican fundamentalmente a la pesca de bajura y al marisqueo. Con grandes atractivos paisajísticos y gastronómicos, sus ocho arenales blancos y poco frecuentados (excepto la Area Maior de Malpica, laureada con la Bandera Azul)... son alicientes suficientes para visitar este pedazo Atlántico, que todavía mantiene su “esencia”, al no haberse convertido, por el momento, en un destino turístico masificado.

Pero el puerto de Malpica ofrece otros atractivos para el visitante. Entre pescadores de caña a las luras, es fácil sentirse nostálgico mientras los marineros izan artes de pesca o mientras tarrafas y motoras se acercan al puerto entre nubes de gaviotas, abarrotadas con la pesca de la noche o del día. Sentadas en el suelo, las atadoras cosen con arte las redes que se rompieron en el fondo del mar. En la lonja, a la primera hora de la tarde, el gritar de la subasta espera una compradora ("pesca" en la jerga local) la voz de "mío" para que se haga el silencio y realizar la compra. De noche, la fábrica de hielo, trabaja incansable, preparando la siguiente jornada.

Despues de saborear cualquiera de los exquisitos platos que ofrecen los restaurantes locales (caldeiradas de pescado, pulpo, marisco), Malpica invita a echar una caminata por sus calles estrechas y empinadas, en busca del calor de los diversos bares que éstas esconden, donde sin darnos cuenta desfilará la noche, iniciada con espectaculares puestas de sol y acompasada por el rumor de las olas.





Propio del puerto malpicano, es un oficio singular, el del botero, que cada tarde o noche transporta en su bote a los marineros desde el muro hasta las embarcaciones pesqueras o deportivas fondeadas, el que nos lleva al personaje único e irrepetible al que los ARGONAUTAS en esta página queremos rendir un homenaje.

JUAN, "EL CAPITÁN", EL BOTERO.

A pesar de la educación para la ciudadanía, los 40 principales, la tele-basura, zara, el jip-jog, el rap, mac donalds, coca-cola, los viajes a punta cana, el pilates, los gabinetes de sicología, el prozac, la igualdad de sexos, …… en fin, todas las variadas armas que nos están convirtiendo en clones del modelo de “ciudadano productivo y disciplinado adecuado a su tiempo”; a pesar de ello, se produce alguna vez el milagro de encontrar individuos como Juan.

Estampa y maneras, de marinero, palabras pocas, pero las precisas. Su mundo, Malpica, el mar y su gente, sus amigos, sus"amigas", el buen comer y el buen beber. Ser feliz "simplemente" ¿será ser realmente sabio?.


Llegar por mar a Malpica, fondear, arribar al muelle con el botero y saludar a Juan, siempre atento a la llegada de veleros a puerto, no por reiterado deja de ser único, especial y mágico. Disfrutar de su compañía tomando unas cañas, cenando, o de "copas", un privilegio; el privilegio de estar realmente en un puerto marinero de a costa da morte, que todavía conserva sus valores y vive a su propio ritmo. Por algo dicen "ellos" que estos pueblos "se están quedando atrás". Xa, xa, xa...............................



2 comentarios:

LBD dijo...

Gran magia la q tiene el botero, desde este pequeño rincon, aqui un "rubio", dar las gracias a Juan por haber tenido el placer de conocerlo y de disfrutar de sus inumerables andanzas. Un Abrazo mariñeiro.

Nautijorge dijo...

"SATAMENTE", como diría el bueno de Juan el botero.
Un brindis por este entrañable personaje.
De la mar el mero,
y de Malpica
Juan el Botero.