Buque Argos: ¡ QUE NOCHE LA DE AQUEL DIA ¡

Os cuento un poquito como discurrió la cena de fin de año argonauta:

La cosa empezó zarpando un viernes por la tarde desde Coruña con destino a Ferrol el buque Argos y el colega Celticum, con 14 animales repartidos entre los dos navíos, ávidos de fiesta.

Los ánimos al poco de doblar el dique de Abrigo, iban por todo lo alto, y como no podía ser de otra manera, alcanzaron niveles de alerta roja para la navegación según avanzaba la tarde y ya embocábamos, sobrepasando el Segaño, la impresionante entrada en la Ría de Ferrol.

Guardada está la ciudad departamental desde hace siglos por los castillos de San Felipe y la Palma, símbolos del glorioso pasado de la armada española y de la grandeza del imperio. Tanta emoción nos causó su vista, que algunos argonautas, henchidos de orgullo patriótico y con desbordante júbilo, procedieron a izar el pabellón nacional .

Así entre cánticos, risas y constantes ingestas de todo tipo de bebidas poco recomendables, arribamos a la dársena ferrolana, donde amarramos al muelle los dos navíos y organizamos una breve pero intensa sesión alcohólica-musical, que atrajo un inusitado interés de la policía del puerto por nuestra presencia en la dársena y nuestras intenciones a corto plazo. Les explicamos que no eran otras que seguir cultivando la amistad que nos une a todos y tras consumir vian

das y caldos varios en un restaurante próximo al muelle, tomar al asalto los locales nocturnos de la ciudad. Ante tan nobles intenciones, no tuviero más que desearnos buena suerte y volver a sus nobles quehaceres.

Poco después hicimos nosotros lo mismo, y tras una expléndida y divertida cena, comenzamos a recorrer los diversos locales de la ciudad, y aunque no voy a entrar en detalles de lo ocurrido, el resúmen puede ser el habitual en estos casos.

Empezamos la noche con todos los efectivos y según esta iba avanzando, íbamos perdiendo unidades, si bien es justo reconocer, que llegamos al amanecer con casi la mitad del ejército en activo, lo que dice mucho del entrenamiento desarrollado durante la temporada y la adecuada táctica de equipo desarrollada.

El enemigo, no muy diferente al de otras plazas en las que hemos toreado. Las unidades de élite se mantenían a la expectativa, sin entrar en el cuerpo a cuerpo. La tropa, sin embargo entraba en el cuerpo a cuerpo con pasmosa falcilidad, de hecho ahí teneis las imágenes de tres argonautas haciendo prisioneras con facilidad a dos venerables veteranas del ejército enemigo.

En fin, que la cosa debió quedar más o menos en empate y tras un reparador desayuno en un garito de madrugadores propietarios, a base de tortilla recién hecha, café y zumos, nos embarcamos de vuelta a Coruña, recordando con verdadero terror las múltiples vicisitudes y peligros que habíamos corrido durante la larga y ajetreada noche precedente.

Esta fue la penúltima del 2007, esperemos que para el 2008,

¡¡¡¡ SIGA LA FIESTA ¡¡¡¡¡